¿Parto o pos parto?, a simple vista la elección parece obvia, pero cuidado con precipitaros a responder, embarazadas del mundo, porque puede, que no sea tan fácil como parece.
Es cierto que a todas nos preocupa el momento del parto, tenemos miedo de no reconocer las contracciones, de la epidural, de la episiotomía, del dolor, el edema, de que algo pueda salir mal…y poco nos preocupa lo que pasa después de.
Y sí, las contracciones se reconocen,
y sí, duelen mucho,
y sí, el momento de la epidural es delicado y tenso,
y sí, que te pongan la vía molesta un montón,
y sí, el edema es desagradable,
y sí, mientras dilatas respiras hondo y estrujas la mano de tu pareja para que sea más llevadero
y sí, los cuatro empujones hasta que sale tu bebé, parece un mundo
y sí, es posible que te toque episiotomía, que en ese instante ni notas
y si al final todo sale como esperas, tu pequeño acaba encima de ti…
Y sí, está agotada, con un aspecto poco favorecedor, pero feliz y satisfecha de haber traído al mundo un ser tan maravilloso y complejo.
Y sí, pueden molestarte los entuertos,sobre todo en un segundo embarazo, no gustarte la comida del hospital, asustarte no saber cómo tratar a tu bebé, cansada de poner buen cara a las visitas, pero es posible, que la estancia en el hospital, sean las mejores 48 horas que tengas durante algunas semanas.
Porque llega el momento de volver a casa, nadie te hace la comida, ni te limpia la habitación , ni te estira la cama, nadie que cuide de tu otro hijo, que solo quiere estar contigo, después de sufrir tu ausencia…
La subida de la leche, llega sin avisar, en mi caso se me puso el pecho como dos pelotas de fútbol, duras como piedras, y no había consuelo, ni saca leches, ni bebé que pudiera con ello. En esta ocasión, intento controlar mi producción, con masajes y no con saca leches, la vez anteror fue un despropósito, y estuve esclava del aparato durante meses…demasiada cantidad…
Y puede que los puntos se te caigan, o como en mi caso, que se te enquisten en la piel, produciendo un dolor insoportable, que no me permitía estar de pie, ni sentada, ni tumbada ni caminar ni nada, puntos que me sacó la matrona de urgencia, sin anestesia , mientras yo lloraba y gritaba más que en el parto…
Días, de aguantar estoicamente, mientras tu retoño mamá, el dolor de tu pecho herido, que no hay suficiente Purelan que lo haga llevadero.
Así que es posible, que pases por todo esto, sin apenas dormir, con el único consuelo de abrazar a tu recién nacido, y pensar que todo esto merece la pena…
Y si además, tienes la mala suerte de que tu pequeña se ponga malita con apenas diecinueve días, y la ingresen en el hospital y te pases diez días encerrada entre cuatro paredes, deseando que mejore, y pode volver a la añorada rutina, si te ocurre todo esto, puede, que decidas que el parto, no es tan malo….
Ánimo embarazas, que aunque duro, se puede…yo me quedo con el parto, y después de dos experiencias me planto, no tengo cuerpo, ni capacidad física ni mental para volver a pasar por todo esto, aunque no cambio a mis pequeños por nada del mundo.
Y agradezco la suerte, de haber tenido al padre , a mi lado, atendiéndome, y cuidándome con mimo y paciencia, porque sin su ayuda, hubiera sido imposible, y desde aquí, reivindico que los 13 días de baja de paternidad son del todo insuficientes.
Y gracias a todas, las que me habéis apoyado y visitado durante la estancia de cucharita en el hospital, gracias, porque vuestras palabras, nos han hecho compañía, en esas largas e interminables horas de espera e incertidumbre.
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