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En el lio de ser madre.

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Entre dos tierras

“Entre dos tierras estás
y no dejas aire que respirar
entre dos tierras estás
y no dejas aire que respirar”

Entre dos tierras estoy, y no tengo aire que respirar….

Así me siento últimamente entre Tenedor y cucharita…Siento que ambos reclaman su tiempo, su espacio, y no llego a ninguno de los dos.

Mientras Cucharita llora, para que la coja en brazos, Tenedor se revela, se enfada, y hace todo lo contrario a lo que le pedimos, para llamar nuestra atención… Noto, que no puede controlar sus celos, y eso le lleva a perder el control, a desafiarnos constantemente, en una batalla contra su hermana, sin tan siquiera, él saber de dónde le viene tanta irá, tanta rabia…

Algo en él está cambiando, y no puedo evitarlo…

Su comportamiento se modifica, su personalidad se desdibuja, y a mi, me consume la impotencia de no saber cómo ayudarle a gestionar sus sentimientos, a qué comprenda que sigue siendo importante, que le seguimos queriendo como antes, solo que ahora somos uno más.

Y mientras, yo, me estoy convirtiendo en la madre que nunca quise ser, mi paciencia brilla por su ausencia, me siento perdida y desbordada. Y todos mis propósitos se pierden en el intento.

Me queda la esperanza de que sea una etapa, de que Tenedor, encuentre su nuevo sitio, aprenda a canalizar lo que siente, acepte a su hermana como una igual, y no una rival.

Que entienda que nuestro amor, es incondicional, y que sigue siendo importante en nuestras vidas, y volver a respirar armonía en el hogar.
Estoy tan agotada, que me falta tiempo para todo, incluido el blog, estoy dando vueltas a cerrar también esta parte…

Época de turbulencias, confiando en un buen aterrizaje….

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No soy una experta.

Es así, no soy una experta, no formo parte de ningún gabinete de crisis, no tengo un trabajo, en el que mis decisiones afecten a millones de personas, no cobro un sueldo y un sobre sueldo, por mentir, manipular y jugar a que no me pillen.

No dispongo de tarjetas opacas, bueno, eso, según se mire, porque las mías, se ponen negras, al llegar a final de mes.
No conduzco Ferraris, ni me gasto un sueldo en confeti.

No entiendo de medicina, ni creo protocolos, pero cómo ciudadana de este país, desde mi humilde posición, opino que esto, es vergonzoso.
Qué el tema del Ébola, aunque repetitivo, no deja de ser inquietante, y no sólo, por una posible propagación, sino, porque deja en evidencia, la incompetencia de aquellos, que toman decisiones, que parecen improvisadas y al azar, a un “ a ver qué pasa”…y claro, no pasa nada, hasta que pasa, no muere nadie, hasta que fallece una persona, no ocurre una tragedia hasta que sucede, y no hay una epidemia, hasta que se pierde el control…

Y no me inspira ninguna confianza, la actuación hasta el momento de los órganos competentes, que da la sensación de estar falta de rigor, y lejos de depurar responsabilidades, le echamos la culpa a la enfermera, que puede que cometiera un error, pero no fue el único, sino uno, de muchos que todos vemos.

Parece que es mejor escoger a alguien como cabeza de turco e intentar desviar la atención, para que no miremos, a los que ordenan y mandan, y fallan … y siguen ahí a pesar de todo.
Y no me tomo por un ser alarmista, pero diré, que todo esto me infunde respeto, y si estos dirigentes son capaces de hacer algo bien, este es el momento, y sino, que se vayan a gestionar el protocolo de su colada, y den paso a otros.

No pretendo políticos que no se equivoquen, todos somos humanos, pretendo políticos que asuman fallos y actúen en consecuencia.

¿ Es necesario llorar en el cine?

He aquí un post en forma de reflexión, tal vez algo vana, un pensamiento que me ronda en la cabeza, nada profundo, uno de esos que decides expresar un viernes cualquiera, después de una noche sin dormir pasando mucho calor….
Y digo yo, ¿es necesario que en muchas películas infantiles, deba morir algún progenitor del protagonista para potenciar la superación personal?
Ya, así dicho, suena una pregunta un poco extraña…a cuento de nada…pero todo viene desencadenado, porque he llevado a Tenedor a ver : “Dragones 2”…ni que decir que la primera nos encantó, el guión, el mensaje, su protagonista , ese vikingo tan atípico capaz de cambiar las cosas, y como no “desdentado”, un dragón negro, que todos querríamos tener como mascota…con todas estas premisas a favor, allá nos fuimos…
Todo iba bien, hasta que en un punto de la película…( si tienes intención de verla, no sigas leyendo, porque voy a contar lo que pasa….)Hipo encuentra a su madre después de 20 años, y cuando decide volver a su hogar junto a su hijo y su marido, en ese momento de felicidad, los guionistas van y matan a “Estoico”, el padre y jefe vikingo…en ese momento la sala se llena de llantos, de quejas de niños, incluido el mío, que se sentó en mi regazo llorando, y le duró casi hasta el final…hasta a mí, se me escaparan unas lágrimas ( eso, no se debe tener muy en cuenta, lloro a menudo, falta de sueño, hormonas descontroladas…)
Vamos, que fuimos a pasar un buen rato, y se llevó un gran disgusto…me gustaría pensar, que hay otras formas de que los niños aprendan, que se les de una lección de superación personal, de encontrar la fuerza interior, que no sea siempre tras la muerte de un ser querido.
Porque, larga es la lista de películas en las que esto ocurre, empezando por: Bambi, La Cenicienta, el Rey León….incluso en las de princesas como Frozen , por nombrar algunas…
En fin, avisé que era una simple reflexión, y dicho esto, me voy a sumergir en mi jornada laboral, tengan ustedes un buen fin de semana…y si deciden ir al cine…la película no está mal…aunque me quedo con la primera.

¿Disfrutar de la lactancia?

Este no es un post, sobre si es mejor pecho o biberón, de esos, ya hay muchos, y demasiadas discusiones al respecto, en mi opinión absurdas y que no conducen a nada.

Si os preguntáis cuál es mi postura, brevemente os diré, que creo que la leche materna, r es lo mejor para el bebé, pero en caso de no poder o no querer, en este siglo XXI, hay alternativas que garantizan que el bebé crecerá de forma saludable, así que cada una que haga, lo que le parezca, y dicho esto, a lo que venía a contar.

Si bien, no hay dos partos iguales, tampoco dos lactancias, al menos en mi caso.

Con ambos tuve una subida de leche espectacular, mastitis, y dolor, mucho dolor, además de grietas y heridas en los pezones y aureolas, que no hubo Purelan, que las evitara, y con los dos se me cayeron los lagrimones y tuve que morderme el labio, mientras succionaban, y las heridas permanecían.

No fue fácil, requiere paciencia, aguante y sacrificio, pero si se superan esa semana más o menos del terror, luego todo mejora, desaparece el sufrimiento, las molestias, y el momento de alimentar a tu pequeño deja de ser una tortura. He de decir, que con cucharita, las grietas fueron menores, aunque por ello, no menos dolorosas.
Tenedor se enganchó perfectamente, y hacía sus tomas relajado, tranquilo, pausado, era un gusto observar como comía, hasta quedarse dormido , entonces soltaba el pezón, y con una carita de satisfacción plena, se dormía en mis brazos, y me encantaba mirarlo, quedarme así durante un buen rato, los dos, solos…

Lo peor, que no supe controlar mi producción de leche, así que, o tenía a Tenedor o al saca leches, y un congelador lleno de bolsitas de tan preciado líquido.

Cucharita, también se ha enganchado perfectamente, pero a diferencia de su hermano, comía llorando, histérica, pataleando, arañando y pellizcando mi pecho, nunca pausada, sino a trompicones, gimiendo, ansiosa…
Mi pediatra me decía, que sería porque era nerviosa, otro médico al comentarle, que la pequeña no se relajaba al comer me dijo: «los bebés comen para alimentarse, no para relajarse».

Y lo peor, es que si hubiera sido primeriza, puede que me hubiera conformado con esa explicaciones, pero yo sabía que algo no iba bien.

Finalmente cuando Cucharita, empezó a no coger el peso óptimo, me hicieron caso, y como yo intuía, tenía reflujo.
Con la medicación ha mejorado mucho, ya no me araña, ni llora cual posesa, aunque tampoco, come relajada y en sus cuatro meses, NUNCA, se ha dormido al pecho de día, eso solo lo consigue en las tomas nocturnas.

Así que lactancia, no está siendo un momento íntimo y de conexión entre ambas, sino un modo de alimentación, que no parece disfrutar, y que seguiré manteniendo mientras pueda, porque creo que es beneficioso para ella.
En esta ocasión mi congelador está vacío, aprendí a domar mi pecho, no sin dificultad y dolor, porque no quería ser esclava del saca leche.

No sé si he hecho lo correcto, ahora me extraigo, para los momentos en que tengo que darle cereales, para ver si mejora del reflujo, pero carezco de reservas, y confieso que por momentos me he sentido egoísta.
Y aunque las tomas no sean ese momento mágico que se presupone, gozo con ella, en otros muchos, cuando jugamos, cuando me regala una sonrisa, que no tiene igual, y cuando se queda dormida en mi pecho, y yo embobada mirándola, y no quiero soltarla por nada.

Así que, no siempre la lactancia es lo que se espera, ni es oro todo lo que reluce,.
Señoras, señores, disfrutemos de nuestros retoños, que crecen rápido, muy rápido, cada cual a su manera, y con respeto, que aquí lo que cuenta no es el ego personal de los progenitores, sino la felicidad de los pequeños.

Con los dos en casa….

Si algo estoy aprendiendo, desde que llegó cucharita a nuestras vidas, es que no puedo con todo, y que al menos por el momento,  es difícil llevar el mismo ritmo, que cuando solo estaba Tenedor.

Qué el tiempo es relativo, y que no pasa nada, si se lavan los platos unas horas más tarde, se barre a horas insospechadas, se plancha en algún momento indefinido, se quita el polvo, ¿se quita el polvo?, se ponen lavadoras al libre albedrio, y se duerme…se duerme cuando te dejan…

Que es una etapa en la que debo ser más flexible conmigo misma, que no debo exigirme tanto, y que es mejor, respirar hondo, relajarme e ir haciendo lo que pueda, y sobre todo, disfrutar de la muñeca, mientras la escasa baja por maternidad, me lo permita.

Y sé, que tengo abandonado el blog a su suerte, y que comento poco, leo menos, y eso me molesta, pero, también sé, que será temporal, y volveré al redil.

Que si ser madre, se antojaba complicado, serlo por segunda vez, sube el nivel de dificultad del juego, y que hay que pasar muchas pantallas para superar obstáculos, conseguir mejorar tus capacidades y salir victoriosa de los retos.

Y que cuando todo parece en contra, y ambos lloran a la vez, cuando uno duerme y el otro se despierta, cuando das la toma y el otro patalea para que juegues con él, o simplemente patalea porque sí, cuando una mano sujeta la bebé y la otra acaricia al mayor para que se duerma, cuando tienes que salir de casa, y justo mancha el pañal y el mayor tiene que hacer caca, cuando los dos te necesitan al mismo tiempo, y no sabes dónde acudir primero, cuando todo parece imposible de resolver, solo te queda, parar, confiar en que es posible, y reponer fuerzas con un abrazo y un te quiero de Tenedor, y con la tierna sonrisa que cucharita me regala.

Porque cuando el cansancio me posee, cuando las ojeras se convierten en una parte más de mi rostro, cuando ya no sé si voy o vengo…ellos son mi brújula, mi antídoto para el agotamiento, mis vitaminas para seguir…

Y es cierto que la maternidad, a veces, tiene esas cosas extrañas, y nuestros hijos son al mismo tiempo la enfermedad y la medicina, los que nos llevan hasta la extenuación, y los que nos dan la fuerza necesaria para seguir, los que agotan nuestra paciencia, los que nos llevan hasta el límite, y a la vez, nos proporcionan una felicidad indescriptible, nos hacen querer ser mejor personas y no nos dejan rendirnos…

Así que, si sobrevivo a la adaptación, volveré a estar presente en todas mis facetas, como madre, mujer y persona, a partes iguales, porque eso, es lo que somos…

 

Mi relación con las estrías.

Me gustaría decir que mis estrías son causa de  mi primer embarazo, del cambio de peso inevitable que se produce en ese periodo, del esfuerzo tremendo que hace la piel, estirando hasta el límite, y en ocasiones rompiéndose…pero no…estas, las mías, ya me acompañaban antes de que Tenedor,  llegara a  este mundo.

Vienen de tiempo atrás, de aquella adolescencia, donde el cuidado de la piel, no era una de mis prioridades, ese tiempo, en el que algunas perdimos las bonitas formas, para coger peso de más, peso,  que costó perder.   Época complicada donde  la báscula subía y bajaba sin control, y que por falta de información  o interés,   no traté mi piel como hubiera debido, para evitar que las estrías  asomaran su cara.

Cierto es, que ya con Tenedor, intenté cuidarme al máximo, con uso de cremas especializadas, sino para evitar tenerlas, al menos, para evitar que se acentuaran, o salieran nuevas.

Y ahora con Cucharita, he vuelto al ataque, y como si  estuvieran al tanto de  mis temores, recibí un correo de Bayer, para una charla sobre el cuidado de las estrías, y la dermatitis del pañal.

No pude resistirme ante tal oferta, me pareció más que apropiado e interesante, así que acudí,  a ver qué podía aprender, o qué trucos podrían ayudarme,  en la ardua tarea de luchar contra ellas.

Y si es  verdad,  que no siempre son inevitables, y que no hay cremas mágicas  e infalibles, si es cierto,  que no todos los productos son  iguales, ni ofrecen los mismos resultados, por lo que la elección del que vamos a usar, es fundamental.

La charla fue de la mano de Rosa Mª Plata Quintanilla, vicepresidenta de la Asociación de Matronas, muy amena,  que nos explicó porque se producen las estrías, y consejos para intentar evitarlas, el más importante: la prevención, además de contestar a todas nuestras dudas.

Debemos hidratar la piel con un producto especial, desde el inicio del embarazo, hasta unos meses después de dar a luz, haciendo hincapié en pecho, barriga, caderas y muslos, ya que las mujeres  somos más propensas a desarrollarlas en estas  partes, y más durante el embarazo.

La segunda parte de la charla, fue sobre la dermatitis del pañal, y trucos para evitarla, lo importante: elección del pañal, la colocación del mismo,  cambiarlos con frecuencia, y utilizar una crema barrera.

Tuvimos la posibilidad de conocer la cremas: Bepanthol de Bayer, y llevarnos unas muestras a casa.  Os diré que la anti estrías me está gustando, no puedo valorar su efectividad al 100%, ya que ya las tengo, pero con que no me salgan más, me daré por satisfecha, además su textura y sobre todo su olor, es mucho más agradable que otras que había usado.  En cuanto a la de la dermatitis, tengo que esperar a que nazca mi pequeña, para daros mi impresión.

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Además,  luego pudimos compartir experiencias y reflexiones con el resto de blogueras, y el equipo de Bayer, que fue de lo más atento con todas nosotras,  mientras disfrutábamos de un refrigerio.  Una tarde agradable y útil.

Negociando con el bikini: Skin Method

Yo no soy muy dada a apuntarme a promociones y pruebas de producto, supongo que por falta de tiempo, pero cuando vi en Madresfera la de Skin Method reafirmante no pude resistirme, era mi última oportunidad de acercamiento al bikini, un aliciente para conseguir resultados, para ver,  si conseguíamos una convivencia digna.

Así que me apunté, me tocó, y aquí estoy, unas semanas después de haber recibido el producto.

He probado dos:

1 Skin Method : cuidado corporal hidratante, y ahí van mis puntuaciones,  del uno al cinco, siendo este el más positivo.

Resultados : cuatro. Te deja la piel hidratada al instante, y la sensación es duradera

Formato adecuado para su uso: Tres y medio. El tipo de envase no te deja ver cuánto queda de producto y el sistema para sacar la crema, no me queda claro que aproveche todo el producto.

Aroma: cuatro. No tiene apenas olor, es bastante neutra, pero tira más hacía un olor medicinal.

Texturacinco. Es fácil de poner, y es cierto que absorbe rápido, lo que te permite vestirte después de su utilización.

Relación calidad/precio: cuatro. No estoy muy puesta en el mercado de las cremas, pero para ser de una calidad superior a las básicas del supermercado, me parece que tiene un precio asequible.

***La he utilizado por las mañanas antes de vestirme***

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2 Skin Method, reafirmante:

Resultados (firmeza y elasticidad): tres y medio. No sé si será correcto, porque tampoco llevo mucho usándola, y supongo,  que yo pretendo que la crema haga un par de clases de GAP por mí, y el resultado de intensas sesiones de abdominales, y eso no es muy real que digamos.

He echado de menos, un prospecto con ideas de utilización. Yo me la he puesto en abdomen, glúteos y pecho, y no he seguido,  porque entonces,  no me bastaba un frasco, jejeje…

Formato adecuado para su uso: tres y medio. Es de fácil manejo, pero como en el anterior, al ser oscuro, no controlas lo que te queda, y el sistema,  no me asegura que esté utilizando todo el producto hasta el fondo.

Aroma:  cuatro. Tiene un olor muy similar al anterior, casi neutro, pero con un deje medicinal.

Textura:  cuatro. Se extiende con facilidad y una vez puesta,  al cabo de unos segundos,  notas que tu cuerpo se enfría, algo parecido a cuando te pones una crema para dolores musculares.

Relación calidad/precio: cuatro. Creo que el precio es adecuado para el tipo de producto.

****La he utilizado todas las noches, después de la ducha***

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Os dejo su link para que podáis echar un vistazo a sus productos, que creo que merece la pena:

http://www.skinmethod.com

Y os recuerdo que Skin Method ofrece un descuento  del 20% en su e-shop para todas las compras que añadan el código promocional MADRESFERA.  Es una oferta abierta tanto a blogueras, como a cualquiera de las que me leáis, y os apetezca darle una alegría a vuestra piel, que se merece que la cuidemos.

No puedo pedir que me deje la firmeza de mis veinte( creo que por aquel entonces, la tenía), pero una ayudita,  a finales de los 30 no está mal, y por intentarlo que no quede

Bikini, ¡allá vamos, que todavía me queda crema, y días!

 

De mayor quiero ser….

Supongo que todos en algún momento de nuestra infancia, hemos soñado con lo que nos gustaría ser de mayores.  Yo le dije eso a mi madre, eso  de: “mamá quiero ser artista”, y lo intenté, así  me luce el pelo…

Tenedor, sin que nadie le preguntara, me dijo, entre otras cosas,  que quería ser , un Dinosaurio, un oso Panda, y hasta un camión volquete, creo que a sus tres años, no acaba de tener claro el concepto,  o puede que  me salga, paleontólogo, veterinario, o camionero…

Y mientras por un lado, me río de sus ocurrencias, por otro no puedo evitar  preocuparme por su futuro, por sus estudios.

Y si, falta mucho para que tome esa decisión, pero desde la primera elección del colegio, marcamos un rumbo, bastante me constó decidirme, y no voy a reiterarme en el tema, pero sí insisto, en que las reformas y recortes sobre Educación, no me dejan dormir muy  tranquila.

Yo estudié en un colegio público, y fui a la Universidad gracias a una Beca escolar, puede que ahora,  ese título, no me sirva de mucho, pero tuve la oportunidad de sacarme una carrera.

¿La tendrá Tenedor?, ¿tendré que pedir un préstamo para que acuda a la Universidad?, ¿será esta,  un lugar para niños ricos, en lugar de para niños capaces, con aspiraciones, con ganas de labrarse un futuro, en una sociedad cada vez más cerrada?

¿No deberíamos poner todos nuestros recursos, y nuestros medios, para criar una población preparada, motivada,  con afán de superación? ¿Son estos niños, a los que les estamos complicando su formación, los que deben asegurar nuestras pensiones?, ¿A qué clase de trabajo van a aspirar?

Por muchas vueltas que le doy, no soy capaz de comprender, como vamos a ser más competitivos, como vamos a estar más preparados, si cada vez,  invierten menos en ello, ponen más trabas, y se quitan las pocas ayudas que ya había. ¿No es esto una discriminación, una desigualdad total de oportunidades? Así, no estudia el más inteligente, el que más horas dedica a su formación, sino, el que tenga suerte, de tener un padre con muchas cifras en su nómina.

Vamos a acabar siendo un país de incultos, o de padres hipotecados por los estudios  de sus hijos, o uno, en el que,  solo  los ricos se formen y tengan oportunidades, y los memos apoderados se conviertan en mano de obra barata, desperdiciando en cada esquina,  mucha gente válida. El indomable Will Hunting dejará de ser un guión de cine, para ser una realidad…

Yo quiero, que Tenedor de mayor, sea una persona con valores, con posibilidades, comprometido, con inquietudes, con sueños alcanzables, con metas, con objetivos, con criterio, con opiniones propias, capaz de  tomar decisiones, con acceso a una Educación que le permita elegir un futuro, aunque luego cambie de rumbo.

Quiero que sea una persona buena,  con  energía, que defienda sus derechos, que crea en una sociedad mejor, y para ello debo darle ejemplo, debo inculcar en él,  las bases para conseguirlo, y debo levantar la voz, para que no le cierren puertas, para que quede claro, que no estoy conforme con estos cambios,  que no benefician a quién quiera estudiar, sino a quién pueda pagarlo.

 

Buscando regalos: el día del Padre.

Hacer un regalo, es mucho más que comprar algo, es pensar en esa persona, en sus gustos, en las cosas que le hacen ilusión, en aquello que no se comprarían por sí mismas, pero que les encantaría tener.  Es ponerse en su lugar, estar atentos  a lo que expresan, a lo que llevan puesto, a sus aficiones, y con toda esa información,  ponernos a buscar algo que les haga felices.

Hay personas más fáciles que otras para regalar, porque son más abiertas, más transparentes, y es menos complicado intuir lo que les gusta, otras son más herméticas, y requiere un esfuerzo extra, dar con el regalo adecuado.

Yo disfruto mucho regalando, durante el año, voy recopilando información sobre los deseos, gustos y necesidades de las personas que me rodean, y cuando llega el momento de su cumpleaños, Navidad, o simplemente porque si, busco eso, que les haga sonreír.

Ahora, toca el día del Padre, Don,  es una persona poco caprichosa, rara vez pide cosas, por lo que tengo que estar muy atenta,  en  las conversaciones poco trascendentes,  por si se le escapa algo, que luego me ayude en la búsqueda. Este año, tengo mis ideas, pero no las voy a desvelar, porque me consta que me lee, pero os contaré años pasados, Tenedor solo tiene tres, así que mi lista es breve:

En una ocasión, le regalé una cata, en una buena Bodega, fuimos con unos amigos que también les gusta mucho el vino, fue una experiencia muy interesante, divertida, y además aprendimos mucho sobre el tema. Este tipo de regalos, en el que se realizan actividades o viajes, me parecen una excusa perfecta, para hacer cosas con nuestra pareja, porque a menudo, no encontramos ni tiempo ni el momento adecuado.

Otro año, como sé que esto de los videojuegos,  le gusta mucho, me decanté por ello, porque por sí mismo, nunca se decide.

Y otro fue ropa y unas zapatillas, que le gustaban, pero que no llegaba a comprárselas, acompañado de algún libro, que sé,  que siempre es bien recibido.

Cada padre, tiene un regalo hecho a su medida, dependiendo de su personalidad, por eso recomiendo que penséis, en  algo que ellos quieran,  por muy raro que nos parezca a nosotras.

Don me ha pedido una tarjeta gráfica para su ordenador, la verdad, no me parece algo muy “guay”, pero si le hace ilusión…es posible que él tampoco entienda,  por qué quiero otro par de zapatos más u otro bolso, con los que ya tengo…

Mucha suerte en la misión nada fácil de encontrar el  regalo adecuado, y aunque la intención es lo que cuenta, a todos nos gusta acertar.

Felicidades a todos esos papás, que muchas veces, se encuentran en un papel secundario, sin hacer ruido, pero son tan protagonistas como nosotras, en esto tan difícil,  de ser padres.

Las semanas al sol.

Sentada con la mirada perdida en el vacío, contemplo desde la ventana de mi trabajo, la fría calle y el cielo gris que cubre Madrid.

Las madres corren por la acera, tirando de sus hijos, porque llegan tarde al colegio, una furgoneta aparca en doble fila, para repartir alimentos a una pequeña tienda, una señora pasea con su perro, un grupo de chavales riendo, un abuelo comprando el periódico….todo parece normal…

Pero esa madre, llega tarde al trabajo, además de al colegio, ese, que no entiende su vida familiar, y que tampoco le importa. Uno,  que no sabe si va a perder por los recortes, por ser mujer, o porque sí. Esa madre, que no ha dormido bien, porque los números no le cuadran ( y no los del país, esos no le cuadran a nadie) sino, los que no sabe cómo combinar para llegar a fin de mes. Qué ha tenido pesadillas porque su hermana, vecina, amiga, ha perdido el trabajo. Porque ni por las noches, puede dejar de pensar, en qué clase de país va a educar a su hijo (si es que lo puede educar, porque a este paso, ni estudios le va a  poder dar).

Un repartidor, que no sabe qué día va a ser el último, cuánto tiempo va a poder mantener su trabajo. Qué emprender significa muchas horas de trabajo, de sacrificio, de vida. Significa dolores de cabeza, incertidumbre. Ese,  que acumula facturas por pagar, y también las de cobrar, porque nadie tiene liquidez. Uno, que mira el telediario, mientras come el menú de oferta del bar de siempre, comentando lo mal que está el país, lo que nos roban, mientras hacen la quiniela, con la ilusión de que 15 aciertos salven su futuro.

Esa señora que pasea al perro, mientras piensa, en las No entrevistas de trabajo que consigue, que ha vuelto a vivir con sus padres, porque no ha podido mantener su piso, ni su trabajo, y su dignidad a duras penas. Esa,  que se manifiesta siempre, que grita hasta quedarse sin voz, pero siente que nadie la escucha. Esa,  que se desanima, porque suma años, fracasos, y resta oportunidades, ilusiones, esperanza.

Los chavales ríen entre ellos, hacen bromas, todavía tienen brillo en los ojos, aunque cada vez, son más conscientes,  de la sociedad que les ha tocado vivir, lo ven, en las caras de preocupación de sus padres, de sus profesores. Lo ven en los telediarios, en la tensión del ambiente. Sueñan con tener una oportunidad, estudiar, ser alguien, mientras empiezan a comprender cuántos se quedan en el camino, que van a tener que luchar el doble, hacerse oír.

Ese abuelo,  que compra el periódico por costumbre, que ha vivido los de antes y lo de ahora. Que a su edad, después de sobrevivir a todo tipo de penurias, de trabajar de sol a sol, para que sus hijos tuvieran una oportunidad, ve como todos sus esfuerzos fueron en vano, como sus hijos sufren la ira de la crisis, la pérdida de poder adquisitivo, ellos si,  han tenido un “injusto empobrecimiento”.  Uno,  que llora por dentro,  cuando va a buscar a sus nietos al colegio, y no sabe qué tipo de futuro tendrán. Ese, que con su pensión, le compra zapatos nuevos, y un pijama, para ayudar dentro de sus posibilidades. Ese, que acumula dolores, pastillas, recetas, y tiempo de espera en los hospitales. Uno, que aunque cansado de todo, pide no morir, porque sabe que sus hijos, lo necesitan para poder organizar su vida…qué no quiere envejecer, porque no quiere ser una carga más. Uno, que ya no se puede permitir descansar.

Y yo, vuelvo en mí, a mi ordenador, pensando en la reunión que tengo mañana, donde nos hablarán de ajustes y reorganización de trabajo, y eso nunca suena bien. Qué como muchos estoy cansada de que me tomen por tonta, que aunque sea una simple mortal, con un sueldo de chiste, no quiere decir que tenga inteligencia restringida, que no me de cuenta,  que me mienten, me manipulan, me roban. Juegan con mi dinero, que me gano con mucho esfuerzo, con el futuro de mi hijo, que me piden esfuerzos que ellos no hacen. Que esto no va de un partido político, que da igual el traje que vistan, lo que nos importa es el resultado, que el que se lo merezca, pague por ello. Que dejen de decir falsedades con una sonrisa en la cara, que  no señores, no somos tontos, somos seres humanos que EXIGIMOS un gobierno que trabaje por un bien común, y no por ver quién se hace el chalet más grande, quién desfalca con más gracia, con más cierto, a ver a quién no pillan…

Queremos resultados y los queremos ya, porque esto, señores, es insostenible, lamentable y vergonzoso.

Gracias a todo aquellos, que tienen el valor, de decir lo que piensan, y nos animan a hacer lo mismo, gracias Peinta, gracias Papá Lobo, esta es su conclusión.

 

 

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