¿Cumpleaños Feliz?
Agosto, siempre ha sido un mes que me ha encantado, quizás porque es verano, quizás porque significaba playa, noches largas, mañanas sin prisas, tardes sin fin, con los amigos, quizás porque además coincide que cumplo años, que mi madre, me hacía mi tarta de dulce de leche, qué podía escoger el menú, y que organizaba actividades especiales: íbamos a mi cala favorita, al parque acuático… solíamos cenar en el patio con familia y amigos.
Siempre he vivido esta fecha con alegría y emoción, mi madre se encargaba de ello, cuando éramos pequeños, organizaba nuestras fiestas sin que faltara ningún tipo de detalle, te contagiaba la alegría de cumplir años, de los regalos, del celebrar todos juntos.
(Atención a la tarta, ya apuntaba maneras!).
(La decoración y los gorros son totales, y en esta foto, sí estoy yo!)
(Una tarta de mil 1970 y mucho, no conocía el término trendy, pero tampoco lo hacía mal, verdad?)
Y cuando crecí, me ayudaba a prepararla con el mismo mimo y esmero. Decidíamos juntas el menú, la decoración, no faltaba de nada, y entre todo, la guinda, su tarta, con los años, mis amigos, me han confesado que era uno de los motivos de no faltar a la cita,(Ya decía yo ,que tanto interés por juntarnos, no era del todo normal!!!)
Cierto es, que no sé, lo que es llevar caramelos al cole, y que te pongan la corona de reina, pero no le he echado de menos, el verano, me proporcionaba muchas alternativas, vivía en una Isla, no nos íbamos a ninguna parte!, teníamos todo lo que necesitábamos para unas estupendas vacaciones, como mucho, algunos marchaban a su casa de la playa.
Siempre había amigos para hacer una fiesta en condiciones, una reunión íntima, una escapada a una cala lejana, una noche de baile frente al mar…
Daba igual en que parte del mundo, o que estuviera haciendo yo, pero el 20 de agosto, como siempre con tarjeta, no recibía un ramito de violetas, sino un montón de besos, tirones de orejas, regalos, y muchas ganas de divertirnos…siempre huía a mi isla…a mi casa, a refugiarme bajo un manto de dulce de leche…
Vivir en Madrid, me ha dado la grata opción de festejarlo dos veces, duplicas amigos, familia, aquí daré la razón, a una madrileña de Barrio, a veces, es difícil encontrar gente en la ciudad, lo positivo, te encuentras en septiembre todavía de celebración.
Pero desde hace dos años, se acabó la tarta, y algo de la magia del cumpleaños se fue con la cocinera, mi día ha perdido algo de brillo, el que ella, ponía con su entusiasmo, con su sonrisa, con los millones de besos, con los inagotables abrazos…
El primer año en Palma, el más duro, alguien muy especial compartió unos minutos de su gran día, el de su boda, para sorprenderme, allí delante de tantos invitados, con una de chucherías. La mesa en la que estaba sentada, lo agradeció, se pusieron morados!…Y yo no podré olvidar ese momento, mil gracias amiga.
El segundo, mis hermanos, me regalaron una con la forma de mi gata favorita, gracias germanets.
Y siempre, cuento con un ángel de la guarda , que me sorprende con una que hace con sus propias manos, que hasta fabrica ella las velas. Una especie, en peligro de extinción, que tengo la suerte de tener cerca, que me ha visto ir pasando por todas las décadas y todavía me soporta…, gracias!
Estos 36 van a ser diferentes, avanzo hacía los 40, y lo hago lejos del mediterráneo, de mi familia, de mis amigos de toda la vida, pero cerca de mi otra familia, de mis amigos de ahora. A todos, los de allí, los de aquí, y a los que estáis por ahí, os doy las gracias por estar cerca , por acompañarme en esa celebración que siempre me había gustado tanto y que espero ir recuperando poco a poco.
Menos mal, que tengo a Tenedor para dar rienda suelta a mi imaginación, poner en práctica todo lo que mi madre nos enseñó, y divertirme organizando su fiesta.
En realidad, qué mejor que cumplir años?, qué poder celebrar que seguimos aquí?, qué reunirte con personas a las que quieres?, qué comer y beber en compañía?, qué sumar velas en la tarta, y deseos en alma?…qué poder decir, que los tienes, y no los aparentas!, que has conseguido cosas, y que sigues buscando nuevas.
Que algunas se escaparon, otras atrapaste y en otras, sigues a la caza…
Gracias a los que me leéis, porque es un regalazo, por darme un poco de vuestro tiempo, a los que comentáis, por compartir conmigo, por estar en mis buenos, y peores momentos, gracias, porque, hay que ver, qué bien sienta, crecer en buena compañía!!…