vaninasblog

En el lio de ser madre.

Archivo para la etiqueta “Estadísticas”

ROZANDO EL DIVORCIO

Es en época de vacaciones, entiéndase como tal, las de Navidad y verano, cuando nos suelen invadir con estadísticas y estudios millonarios, que normalmente no aportan ningún dato relevante para el transcurso de nuestra vida, pero supongo que sí, para el bolsillo de quien los gestiona. Al margen de este pequeño detalle, para algunos insignificantes, el estudio más repetitivo, es el que dice que  en estos periodos, es cuando más separaciones de parejas se producen.

Los investigadores lo achacan a qué los cónyuges, o componentes de la pareja, no están acostumbrados a pasar tiempo juntos, por cuestiones laborales, principalmente, y se ven desbordados al  tener que estar en compañía mutua, tantas horas, durante tanto tiempo.

Produciéndose conflictos constantes, haciendo la convivencia insoportable,  y se dan cuenta que poco tienen en común, que ya no quieren estar juntos y acaba en divorcio y/ o separación.

Reconozco, que estos datos nunca me han preocupado lo más mínimo, como todo, hasta que no te pasa, no te paras a reflexionar sobre ello.

Pero allí estaba yo, en mis esperadas vacaciones, frente al mar, con muchas horas libres, y sin obligaciones que me persiguieran, y sin embargo, tensa, inquieta…me bastaron apenas 48 horas, para darme cuenta, que algo no marchaba bien…

Pronto comprendí, que estoy acostumbrada a los horarios, a las rutinas, a los “tengo que”: me levanto, corriendo al cole, al trabajo, a recoger a tenedor, la merienda, compra, parque, baño, cena, cama, y vuelta a empezar…El único rato que estoy sentada, tranquila, en el sillón, suelo estar tan cansada, que me quedo dormida, sin tiempo para escucharme, para saber  qué me pasa, qué necesito…de repente me he dado cuenta, que me he dejado absorber  por horarios, rutinas, sobre todo relacionado con tenedor, que luego no sé desconectar, relajarme.

Me estoy transformado, y no me ha picado ningún insecto radiactivo, ni me ha caído una descarga eléctrica, ni he bebido ningún brebaje extraño, simplemente: soy madre…, y estoy cambiando, y como dice la canción de un grupo que me ayuda mucho a descargar adrenalina, Estopa: “estoy cambiando, y no sé si es para bien”…

Me he planteado si esta, es la persona, con la que me comprometí a estar para siempre, si me gusto así, si quiero seguir al lado de alguien como yo…he pensado en el divorcio, y es que estar conmigo misma tantas horas, sin obligaciones impuestas, me ha dejado perdida, nerviosa, quería seguir las pautas, las rutinas, imposibles en vacaciones, y más fuera de  casa…y me ha costado canalizar estos sentimientos encontrados…

Así que, he parado, he reflexionado, con la mirada perdida en el horizonte, con la brisa del mar, con el ruido del romper de las olas, manchada de arena, y me he dado cuenta que si quiero salvar mi relación, y continuar feliz conmigo, debía cambiar el chip, disfrutar, no preocuparme de los horarios, de si es tarde o pronto para comer, dormir, ducharse…de que el niño es eso, un niño, y no le va a pasar nada por vivir unos días de forma diferente…qué ya tendrá tiempo de volver a su realidad…

Esto solo me pasa a mí?, me he quedado bloqueada?, o en mayor o menor medida nos pasa a todas, y tenemos que aprender a canalizar los cambios para ir adaptándonos a los diferentes momentos?

48 horas me ha costado, esta tonta resolución, esta crisis existencial, la posible separación de mis yos, el tener que empezar desde cero…

Así que a vivir que son dos días, a liberar tensiones, despojarse de las obligaciones, desconectar del trabajo, concentrarse en el momento…chapuzón al agua, espetos de sardinas, cervezas y tintos de verano frente al mar…reconciliación con mi yo interno…y días libres de responsabilidades impuestas…Este es el resumen feliz, que podría haber acabado en divorcio..

Y como, estas épocas estivales, son propensas a los test, que debe incluir toda revista que se precie, y que pretenda estar tirada sobre la toalla en la playa, o en la tumbona de una piscina, como compañía de una fémina con tiempo para dedicarle, aquí va mi pequeña contribución, veraniega.

1.       Es tu primer día de vacaciones, son las 14:·30H, y todavía no habéis comido:

A: Me pongo nerviosa y de mal humor, el niño no puede esperar más.

B: Comprendo que es un momento puntual, propongo buscar un sitio, y comer lo antes posible.

C: Me da igual, ya comeremos, y si no a la merienda, qué estoy de vacaciones.

2.       Son las 24 horas, y todavía estamos en una terraza, el peque despierto:

A: Ya no soy capaz de mantener una conversación, de ser divertida, ni de escuchar, tan solo me concentro en no echar espuma blanca por la boca.

B: Disfruto de la velada, ya que no suelo, tener estas ocasiones con frecuencia. El peque está contento, y si tiene sueño, lo puedo tumbar momentáneamente en el carro.

C: Al niño que le den, que yo me lo estoy pasando genial, de hecho, me voy a pedir otra copa, ya tendrá tiempo de dormir.

3.       Estos días cuesta que duerma la siesta, o lo haga a la hora correcta:

A: Me bloqueo, y me tenso, ya me da igual estar frente al mar, en la piscina,  delante de un maravilloso paisaje, o de un muro de hormigón, tengo la visión nublada, solo puedo pensar en la siesta.

B: Es normal que se alteren ciertos hábitos, procuro que el niño descanse, pero sino puede ser o lo hace fuera de horas, comprendo que es puntual.

C: Y a quién le importa la siesta?, con lo qué me estoy divirtiendo!!

4.       Se proponen excursiones fuera de la población donde te alojas:

A: No doy crédito, me cambia el humor, pero es qué no se dan cuenta de que voy con un niño pequeño?

B: Analizo si es viable, y por qué no?, tengo un hijo, pero eso no significa no poder realizar excursiones o conocer lugares diferentes.

C: Voy donde me apetece, ya el niño se adaptará y si no peor para él.

5.       El niño está más rebelde de lo normal, le cuesta obedecer, y te reta:

A: Me dan ganas de llorar, ya no voy a recuperarlo, la educación perdida. Tendría que haberme quedado en casa.

B: Comprendo que es normal, para él  son cambios, mucho tiempo con nosotros, seguro que poco a poco, vuelve  a su línea habitual.

C: Pues paso, ni caso, no pienso permitir que me estropee, ni un minuto de mis vacaciones.

RESULTADOS:

Mayoría de A: Ten cuidado, si sigues por este camino es posible que no puedas disfrutar  ni de las vacaciones, ni de tu hijo, ni de los diferentes momentos de la vida. Las normas son buenas, pero deben ser flexibles, adaptándose al momento en el que estés. Para a reflexionar, y busca un punto medio, o no serás feliz tú, ni los que te rodean.

Mayoría de B: Enhorabuena, sabes adaptarte a los cambios, buscar alternativas, improvisar, disfrutar de tu tiempo libre, en compañía de los tuyos, preocupándote por qué el niño esté bien, sin que eso impida que hagáis cosas diferentes. Sigue por ese camino, tu equilibrio emocional, es envidiable!

Mayoría de C: Lo tuyo es algo preocupante,  vale  que la A, se pase un poco, pero tú no llegas. Por cierto, te acuerdas qué tienes un hijo?, con necesidades?, qué tienes ciertas obligaciones?…Debes madurar, y reorganizar tu lista de prioridades, es posible ser feliz, y divertirse, sin olvidarse de que hay un niño al que cuidar y educar. Aprende un poco de B, si no quieres acabar siendo blanco de Super Nani, que no le va a bastar una libreta para tomar apuntes, o peor de Hermano Mayor…claro que a ti, todo esto te da igual, no?

Seas la que seas, piensa que existen las segundas oportunidades, yo tengo otra a finales de agosto, pienso tener una charla con alguna B, y no desperdiciar, ni 48 segundos de mis próximas vacaciones, en asuntos que no lo merezca…como se suele decir, no importa las veces que te caigas…si no las que te levantes… Y al fin y al cabo, tengo que estar conmigo para siempre, así que voy a cuidarme, quererme, escucharme, y cambiar..y espero que esta vez, sea para bien!!.

Navegador de artículos